martes, 27 de abril de 2010

¿Qué es el chamuyo?

Para mantener la linea que ha generado mi compañera bloguera pretendo responder está pregunta y analizar el fenómeno chamuyo plus desmitificarlo. La respuesta a la pregunta inicial puede ser muy simple y concisa o podria llevarme horas y horas de caracteres. Voy a optar por la primera opción: El chamuyo es el arte de generar interés en otra persona por uno. No solo para poder intimar sino para poder generar relaciones con otras personas de ambos sexos. He chamuyado jefes, minas, patovicas (?), compañeros de laboratorio, de trabajos prácticos, familiares, ladrones y un largo etc. Estoy de acuerdo con que ya hay normas estipuladas de cómo chamuyar así como también diálogos prefabricados para cada momento. Pero creo estar en lo correcto si digo que lo único realmente importante es estar un pasito adelantado a la otra persona.
Aunque no estudio psicología y mi corazón pertenece a los positivistas de las ciencias exactas siempre me intrigó la naturaleza del raciocinio humano. Y muchas veces, pecando de histérico, he chamuyado solo para ver si resultaba mi estrategia solo para cerciorarme que dicho ente en frente mío iba a reaccionar como yo pretendía. Es que, en el fondo, y aunque tengamos esta increible corteza cerebral seguimos siendo igual que una ameba, ante un estimulo reaccionamos de tal manera, por culpa de reacciones químicas en nuestras neuronas; y es difícil no hacerles caso.
Plantearé un caso:
Señor hablando con señorita. El señor mientras habla, porque es una pseudo falacia pensar que los hombres no pueden hacer dos cosas al mismo tiempo, estudia a la señorita (Lo importante en ese momento es no tomar muchos silencios en la conversación ya que esto denotará que el susodicho se encuentra utilizando una parte de su potencial de razón en otras actividades). Lee cómo es por su hablar, sus respuestas y su forma de mostrarse. Encuentra lo que cree ser un punto débil, ha saber un dato o una frase con la que la señorita sienta cierta empatía por lo que le despierte interés en no dejar de hablar con el susodicho, junta coraje, prepara la expresión a decir, la relee en su mente, genera las posibles respuestas para no tarda en la contra respuesta, pequeño silencio, respiración medianamente profunda y al ataque.
Es todo un arte chamuyar bien, cuando esta todo demasiado fácil no es divertido, cuando la persona enfrente no genera cierto desafío en el arte de llamar la atención, o cuando simplemente se cierra demasiado peca en cansador. El chamuyo es el paso necesario para llegar a cierto destino buscado por el chamuyador, aunque también por si solo es un momento sumamente placentero, más todavía cuando se llega a buen puerto.
No quiero detenerme solo en el tipo de chamuyo que llamaré sexual. Porque es un tema demasiado debatido y comentado en muchos ámbitos, porque no es la idea de este post y porque estoy preparando con mi compañera bloguera una serie de post sobre este tipo de chamuyo.
Así que por los próximos párrafos me detendré en el chamuyo laboral, que igual es muy similar al chamuyo sexual. Además voy a poder escribir experiencias personales más cómodo. Para los que no me conocen diré que soy una persona bastante irritante en vivo y en directo, hablo DEMASIADO, irrito, no paro de decir boludeces, tengo un vozarrón que no logro controlar, grito, un plomo básicamente, soy agresivo verbalmente, planteo la confrontación. Pero todavía recuerdo mi actitud en mi primer entrevista laboral de mi vida. No fui yo, fue un ente inanimado con mi forma.
Con mis 18 abriles y habiendo terminado el secundario fui a una entrevista laboral para un call center (gran mal de nuestra época que padecen millones de jóvenes adultos) de ventas de sprayete o como mierda se escriba. Estuve muy callado, hablé con un tono que no es el mío, casi susurraba, me puse rojo como un tomate en varias oportunidades. Al terminar la ronda, ya que la entrevista era grupal (Arrrrggggg, como odio cuando son así) la persona de recursos humanos que nos entrevistaba (otro gran mal de nuestra época que aqueja a gente de todas las edades) se retira para elegir a los postulantes. Yo ya sabia que al primero que iban a llamar para echarlo era mi persona. “Leder Abel” dice la voz de la mujer. Me levanto triunfal, sintiendo placer ante el consuelo que desde hace media hora sabía que me iban a llamar primero. Salgo y me dice: “Mira, estamos buscando gente con un perfil de ventas, tiene que ser una persona agresiva. Vos tenés perfil de atención al cliente por tu calma”. Estuve a esto de decirle que eso es mentira, que en verdad soy una persona que está a cinco mil revoluciones por minuto casi todo el tiempo, que hablo fuerte, que tengo buena dicción, que realmente encajo con el perfil que estaban buscando para estos puestos pero estaba nervioso por ser mi primera entrevista laboral de mi vida. Pero no, mi chamuyo anterior había funcionado exitosamente. Comentario al margen, nunca entendí como es que si esta gente de recursos humanos, en teoría, es gente que ha estudiado para leer a la gente y ver su personalidad no se dan cuenta cuando uno miente. Hoy con 23 años puedo aseverar que al ir a una entrevista laboral no conviene ser uno mismo (aunque yo, por principios morales hacia mi persona y porque estoy conforme de cómo soy, desde hace un par de años hago eso y cada tanto me dio resultado), si no pensar a para qué tipo de trabajo se está postulando y mostrarse ideal para ese trabajo. Y lo más importante es, cuando uno está en frente del entrevistador, leer a esta persona y poder mostrarse como ella quiere. Tal como plantea en los últimos capítulos de Evangelion: “Te saluda el mi que hay en vos”.
Me fui de las ramas con la pregunta inicial. Ya plantearé una hipótesis bien desarrollada, siendo puntilloso en cada aspecto del arte de chamuyar.
Se despide el mi que hay en ustedes.

1 comentario:

  1. "Para los que no me conocen diré que soy una persona bastante irritante en vivo y en directo, hablo DEMASIADO, irrito, no paro de decir boludeces, tengo un vozarrón que no logro controlar, grito, un plomo básicamente, soy agresivo verbalmente, planteo la confrontación."

    "(...)porque yo estoy conforme con cómo soy(...)" Bien, tigre.



    Tengo muchas cosas que decir al respecto. Lógicamente TU postura respecto al chamuyo es dueña de una ideología y de una forma de ver el mundo. Creo, deberíamos ampliar la explicación de las técnicas y de los efectos. Deteniéndome en el ejemplo del masculino que se acerca a la fémina, no dejo de leer la experiencia de alguien en particular que dista de ser la que más seguido acontece. Lo debatiremos más tarde.

    Por otra parte, cabe destacar los sublimes momentos de tu relato. A saber:

    "El señor mientras habla, porque es una pseudo falacia pensar que los hombres no pueden hacer dos cosas al mismo tiempo, estudia a la señorita (Lo importante en ese momento es no tomar muchos silencios en la conversación ya que esto denotará que el susodicho se encuentra utilizando una parte de su potencial de razón en otras actividades)."


    PD: Decile a tu vieja que nos firme.

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