viernes, 30 de abril de 2010

Sobre chamuyos de mujeres sin envasar (Parte II)



TEORIA DEL CHAMUYO FEMENINO (Sobre del uso de la mística y misceláneos).

El denominado uso de la mística es el recurso menos utilizado y quizá el más desconocido de los mencionados hasta el momento.
Se trata de la técnica más eficaz a la hora de dirigir el chamuyo femenino a ciertos hombres con un autoestima relativamente elevado.
Esta herramienta de uso poco frecuente es también restringida en la cantidad de mujeres que la utilizan.

Atribuir cierta magia o poder sobrenatural a determinadas actitudes, hechos y palabras del sujeto, podría traducirse en el uso de la mística.
Ejemplos sobre éste fenómeno podrían encontrarse cuando la fémina afirma cosas acerca de que, la energía, la mirada, el aura, etc. del susodicho, emana algo “especial”. Veámoslo más concretamente:

Mujer: “Ey, no sé bien por qué, pero cuando estoy con vos es como que siento una energía especial, positiva…Gente como vos, por lo general tienen un aura color naranja, o amarillo anaranjado ”
Hombre de autoestima elevado: “¿En serio? ¿Y qué quiere decir naranja? O sea, ¿qué soy qué? ¿Qué dice de mí?”

Predeciblemente sorprendido, el masculino muestra un gran interés en saber más acerca del comentario, es decir, en saber más acerca de él mismo. En síntesis, escuchar a la mujer hablar grandes cosas de su persona. De su gran persona, claro.

Antes de concluir con el desarrollo de la Teoría del Chamuyo Femenino, es conveniente incluír como subtema en el ya explicado uso de la ignorancia (ver Teoría del Chamuyo Femenino. Parte I), al denominado uso de la obviedad. Sin abarcar demasiado esta frecuente técnica, se la podría resumir en el conjunto de actitudes de la femenina que ante los ojos del masculino resultan obvias en su carácter puro de estimulación sexual.
Brevemente, éste podría ser un claro ejemplo:

Hombre: “¿Pero esta mina no se da cuenta de que si se pone así, se le ve todo?"

Sí, claro que se da cuenta. Lo sabe y siempre lo supo (aunque saberlo y hacerlo siempre implique avalar en mayor o menor medida que mostrar es poder(?)) . Generalmente éste tipo de comentarios son compartidos con los compañeros de juerga del masculino cuando la mujer abandona la situación.
Lo mismo sucede al relatar ciertas historias o anécdotas, haciendo hincapié en detalles sumamente sugestivos (es importante recordar la sutileza en éste caso) pues, luego de enunciarlos, la femenina seguirá narrando, inmutable, como si nada de lo que dijo hubiera tenido una resonancia un tanto estimulante. Por otro lado, el hombre seguirá rondando sus pensamientos en ésa determinada parte del relato (quién sabe si por minutos, o toda una noche).

Por razones de seguridad e integridad moral, hemos decidido concluir aquí con la aproximada explicación de ciertas actitudes del chamuyo femenino(?)


Todavía despechada y más resentida que nunca, pero escuchando a:

martes, 27 de abril de 2010

¿Qué es el chamuyo?

Para mantener la linea que ha generado mi compañera bloguera pretendo responder está pregunta y analizar el fenómeno chamuyo plus desmitificarlo. La respuesta a la pregunta inicial puede ser muy simple y concisa o podria llevarme horas y horas de caracteres. Voy a optar por la primera opción: El chamuyo es el arte de generar interés en otra persona por uno. No solo para poder intimar sino para poder generar relaciones con otras personas de ambos sexos. He chamuyado jefes, minas, patovicas (?), compañeros de laboratorio, de trabajos prácticos, familiares, ladrones y un largo etc. Estoy de acuerdo con que ya hay normas estipuladas de cómo chamuyar así como también diálogos prefabricados para cada momento. Pero creo estar en lo correcto si digo que lo único realmente importante es estar un pasito adelantado a la otra persona.
Aunque no estudio psicología y mi corazón pertenece a los positivistas de las ciencias exactas siempre me intrigó la naturaleza del raciocinio humano. Y muchas veces, pecando de histérico, he chamuyado solo para ver si resultaba mi estrategia solo para cerciorarme que dicho ente en frente mío iba a reaccionar como yo pretendía. Es que, en el fondo, y aunque tengamos esta increible corteza cerebral seguimos siendo igual que una ameba, ante un estimulo reaccionamos de tal manera, por culpa de reacciones químicas en nuestras neuronas; y es difícil no hacerles caso.
Plantearé un caso:
Señor hablando con señorita. El señor mientras habla, porque es una pseudo falacia pensar que los hombres no pueden hacer dos cosas al mismo tiempo, estudia a la señorita (Lo importante en ese momento es no tomar muchos silencios en la conversación ya que esto denotará que el susodicho se encuentra utilizando una parte de su potencial de razón en otras actividades). Lee cómo es por su hablar, sus respuestas y su forma de mostrarse. Encuentra lo que cree ser un punto débil, ha saber un dato o una frase con la que la señorita sienta cierta empatía por lo que le despierte interés en no dejar de hablar con el susodicho, junta coraje, prepara la expresión a decir, la relee en su mente, genera las posibles respuestas para no tarda en la contra respuesta, pequeño silencio, respiración medianamente profunda y al ataque.
Es todo un arte chamuyar bien, cuando esta todo demasiado fácil no es divertido, cuando la persona enfrente no genera cierto desafío en el arte de llamar la atención, o cuando simplemente se cierra demasiado peca en cansador. El chamuyo es el paso necesario para llegar a cierto destino buscado por el chamuyador, aunque también por si solo es un momento sumamente placentero, más todavía cuando se llega a buen puerto.
No quiero detenerme solo en el tipo de chamuyo que llamaré sexual. Porque es un tema demasiado debatido y comentado en muchos ámbitos, porque no es la idea de este post y porque estoy preparando con mi compañera bloguera una serie de post sobre este tipo de chamuyo.
Así que por los próximos párrafos me detendré en el chamuyo laboral, que igual es muy similar al chamuyo sexual. Además voy a poder escribir experiencias personales más cómodo. Para los que no me conocen diré que soy una persona bastante irritante en vivo y en directo, hablo DEMASIADO, irrito, no paro de decir boludeces, tengo un vozarrón que no logro controlar, grito, un plomo básicamente, soy agresivo verbalmente, planteo la confrontación. Pero todavía recuerdo mi actitud en mi primer entrevista laboral de mi vida. No fui yo, fue un ente inanimado con mi forma.
Con mis 18 abriles y habiendo terminado el secundario fui a una entrevista laboral para un call center (gran mal de nuestra época que padecen millones de jóvenes adultos) de ventas de sprayete o como mierda se escriba. Estuve muy callado, hablé con un tono que no es el mío, casi susurraba, me puse rojo como un tomate en varias oportunidades. Al terminar la ronda, ya que la entrevista era grupal (Arrrrggggg, como odio cuando son así) la persona de recursos humanos que nos entrevistaba (otro gran mal de nuestra época que aqueja a gente de todas las edades) se retira para elegir a los postulantes. Yo ya sabia que al primero que iban a llamar para echarlo era mi persona. “Leder Abel” dice la voz de la mujer. Me levanto triunfal, sintiendo placer ante el consuelo que desde hace media hora sabía que me iban a llamar primero. Salgo y me dice: “Mira, estamos buscando gente con un perfil de ventas, tiene que ser una persona agresiva. Vos tenés perfil de atención al cliente por tu calma”. Estuve a esto de decirle que eso es mentira, que en verdad soy una persona que está a cinco mil revoluciones por minuto casi todo el tiempo, que hablo fuerte, que tengo buena dicción, que realmente encajo con el perfil que estaban buscando para estos puestos pero estaba nervioso por ser mi primera entrevista laboral de mi vida. Pero no, mi chamuyo anterior había funcionado exitosamente. Comentario al margen, nunca entendí como es que si esta gente de recursos humanos, en teoría, es gente que ha estudiado para leer a la gente y ver su personalidad no se dan cuenta cuando uno miente. Hoy con 23 años puedo aseverar que al ir a una entrevista laboral no conviene ser uno mismo (aunque yo, por principios morales hacia mi persona y porque estoy conforme de cómo soy, desde hace un par de años hago eso y cada tanto me dio resultado), si no pensar a para qué tipo de trabajo se está postulando y mostrarse ideal para ese trabajo. Y lo más importante es, cuando uno está en frente del entrevistador, leer a esta persona y poder mostrarse como ella quiere. Tal como plantea en los últimos capítulos de Evangelion: “Te saluda el mi que hay en vos”.
Me fui de las ramas con la pregunta inicial. Ya plantearé una hipótesis bien desarrollada, siendo puntilloso en cada aspecto del arte de chamuyar.
Se despide el mi que hay en ustedes.

lunes, 26 de abril de 2010

Sobre chamuyos de mujeres sin envasar

Siguiendo el controvertido tópico propuesto por mi compañero de charlas metafísicas y birras, decidí publicar a modo de ampliación, lo que yo y muchos más, percibimos como "Chamuyo femenino". Sin ánimos de cansar al ocioso lector, la pretenciosa Teoría se dividirá en dos posteos. Sin más preámbulos, prosigo:

TEORÍA DEL CHAMUYO FEMENINO (De los diminutivos y el estratégico uso de la ignorancia)
¿Existe? ¿Es posible? ¿Son capaces de? Sí. No obstante, los comunes equívocos sobre el tema llevan a pensar que esta facultad es propiedad exclusiva de los masculinos. Durante los párrafos que siguen se develará el porqué de la falsedad de dicho enunciado.
Ahora bien, para dar comienzo a la enumeración de argumentos que fundamentan la idea, nos remontaremos a una situación cotidiana: Es común durante una conversación de todos los días, que se haga presente la intervención de los diminutivos. Estos sugestivos lexemas no hacen más que acrecentar el deseo sexual del compañero, a saber, ninguna necesidad existe de reemplazar un "estoy sola en casa" por un "estoy solita en casa", o más bien sí, la necesidad de estimular, antes que informar al susodicho. Es importante destacar que el uso estratégico de estas palabras, o mejor dicho, su efecto, pertenece únicamente al género femenino (no obstante, no queda descartada la existencia de una minoría de mujeres extrañas que se sientan atraídas por los hombres que aventuren el empleo de estos diminutivos para hacer referencia a ellos mismos).

Como se había anticipado en el título del posteo, el empleo del “no saber” (o uso de la ignorancia) es también de carácter estratégico, pero a diferencia del uso de los diminutivos no se limita únicamente al incremento del deseo sexual masculino, sino que además posee otra función: llamar la atención. Este último objetivo, aunque eximido de obtener grandes resultados en lo que concierne a la atracción física del masculino, es altamente efectivo. Veámoslo mejor con un furtivo ejemplo: ¿A cuál de éstas dos mujeres se destinará la mayor parte de la atención?

Individuo A: “De chiquita amaba a La Bella y La Bestia”

Individuo B: “Yo nunca ví esa película. Tampoco La Cenicienta ni Blancanieves y los Siete Enanitos.”

Correcto, al enunciador B. A saber, es probable que el sujeto A reciba comentarios del tipo “A mí también” o “Sí, pero La Sirenita era mejor”. Por lo contrario, el sujeto B provocará sorpresa entre los receptores y la conversación girará en torno a lo recién expresado pues, no es común que nos encontremos con éste tipo de comentarios. Ahora bien, volviendo a la función primera y básica del uso de la ignorancia, es ya conocida por todos la técnica referente al clásico ”¿Me enseñás?” o ”No entiendo, ¿me explicás?”. Es conveniente no abusar de ésta herramienta, y muy riesgoso es combinarla con el uso de diminutivos planteado anteriormente, pues todo podría resultar ridículamente obvio. Su utilización deberá ser sumamente sutil, por eso se recomienda plantear nuestra estratégica ignorancia en palabras como: “¿En serio surfeás? ¡qué copado! A mí me encantaría saber…” Por último, las expresiones del tipo “Ay, no me sale”, son la perfecta combinación entre la doble funcionalidad del uso de la ignorancia (llama la atención y a su vez se requiere una solución de tipo pedagógica(?)).



Stay tuned para los próximas inútiles palabras del posteo que viene!

Despechada y escuchando a:

viernes, 23 de abril de 2010

Sex Code

Si, título fuerte señores. Codigo Sexual para los que no saben una Jay de Inglés.
Situación: Salida de ver a Korn (maiz) del Luna Park (Parque Luna) con dos amigos. Uno de ellos cuenta que en Taringa encontró unos libros de como ligar chicas.
Un día despues y al no poder contener la intriga de cómo mierda puede un tipo estar tan al divino botón para escribir un libro del "abc" del levante, y además para ver si conseguía algún tip que no conociera (en este momento me ruborizo señores) busqué el librito que se intitula como se titula este posteo.
Bueno, lo encuentro, lo bajo, lo abro. Okeyyyyy, tenés 300 y pico de paginas, soy un lector asiduo y no me intimidás, pero.... 300 y pico de hojas para poder ligar con una señorita me parece un desperdicio de mis retinas. So, hago un sondeo del libro. Ajá, el que lo escribe es un perdedor, entonces para que lo leo si somos del mismo palo. Momento, el amigo este se dió cuenta de como ser un "macho alfa" (Término que aparece en el libro y que yo he usado para las mismas ideas), asi que se puede pasar de perdedor a capo gigoló galám latin lover, muy bien, sigamos leyendo.
okeyyyyyy, eso ya lo se. Esto tambien, aquello no me parece que va a funcionar. Momento 2, che, la mitad de las cosas ya las sé, soy un "macho alfa"?

http://www.taringa.net/posts/downloads/1339556/El-manual-de-la-seducci%C3%B3n-%28sex-code%29.html



lunes, 12 de abril de 2010

Al pasar

Tengo un gato que se llama cous-cous pero mamá le dice Ricky. Hay que matar a mamá.
Cuando estaba en el predio de La Rural note que un pabellón se llama Martinez de Hoz, me dió escalofrios y al decirlo en voz alta pasé a tomarme con la mano derecha el izquierdo a fin de no contraer mala suerte ni devaluaciones ni tablitas.
Me enojé porque hay gente que no le pone empeño ni garra a lo que está haciendo y encima se caga en el de al lado. No aprendo más, pero ellos tampoco.
Dormí una siesta y estuve tres dias con el cuello duro.
De Jueves a Sabado dormí 4 horas repartidas a la mitad en dos noches pero pude estar activo y lúcido durante 12 horas de trabajo no demasiado forzado.
Me quedé en el msn hasta tarde por culpa de un contacto pero no reniego.
Volví a darme cuenta que los boliches no son para mi.
Escuché tres dias el mismo cd y los tres dias la puta música me hizo cerrar los ojos y volverme loco arriba del bondi.
Redescubrí el aprecio de amigos.
Quise dormir 10 horas pero mi conchudo reloj biológico solo me dejó dormir 8.
Medité más de la cuenta.
Mi hermana es una grosa.
Mi abuela es demasiado grosa.
Hablando con una persona me sorprendió su capacidad de raciocinio hasta el punto de ser rículo en mi forma de expresarme por la emoción que me generó.
Un par de títulos: Herramienta, Aenima, El lamento de la cabeza de Dios, La cara de Melinda, Una flor.
Me quedé con ganas de escabiar el sábado.
Me quedé con ganas de hacer fiaca el domingo.





Y encima me dieron más trabajo....

miércoles, 7 de abril de 2010

Crónica de una tarde de deporte.

Desde que tengo uso de razón, grito un NO rotundo al deporte. No es que me opongo al ejercicio físico; sé que es saludable mantenerse en movimiento y todo eso, pero ¿deporte por deporte? No entiendo por qué la gente hace deporte. No lo entenderé nunca. Ok, quizá sea porque estudio música (Sí, no sólo Abel estudia una carrera copada) y las clases de gimnasia en el colegio o los años de mi infancia en los cuales mis padres cumplieron su cuota de responsabilidad paterna mandandome a un club, me ayudaron a entender que tenía tanto talento para el voley como Pablito Ruiz para esconder su homosexualidad.
Hace casi dos meses, las circunstancias de la vida (los 21 años, la ley de gravedad, mi afición a la merienda) me llevaron a inscribirme en un club. Y hoy reflexioné. Entonces ahí estaba yo. 1 metro 70 de mina, envuelta en improvisadas ropas elásticas y pro- deportivas que hallé exprimiendo mi placard. Soquetitos blancos y zapatillas Converse (¿sabían que esta marca y modelo de zapatillas, queda bastaaante relegado a la hora de escoger un calzado deportivo? Bueno, yo no), dispuestos a desmoronar uno de los postulados más fuertes que gesté en mi corta vida.
No hizo falta tanto atuendo específico, mi cara y cuerpo de nueva, me delataban. En el horario en el que me presenté, la mayoría de los muchachos vestía unas musculosas cuya sisa llegaba hasta el ombligo y gran parte de las chicas optaba por conjuntos deportivos perfectamente combinados. Ahora bien, hablando de las mujeres, quiero detenerme en algo en particular. Es posible reconocer a las habitué del lugar si reparamos en su característica expresión que a gritos dice: ¿¡POR QUÉ MIERDA NO NACÍ CON PITO?! No sé por qué desde que entré tengo la sensación de que muchas están ahí para compesar su falta de oportunidades intelectuales con un buen culo.
Ojo, no todos ahí tienen el cuerpo de Ned Flanders sin camisa, pero incluso las asiduas amas de casa con sus desactualizadas y abundantes cabelleras, te hacen sentir "fuera de lugar". De repente pienso: "Loco, tengo mejor cuerpo y menos edad que esas señoras. No me voy a intimidar. Voy a ir a ese aparatejo cuya funcionalidad desconozco y me voy a tomar los minutos que necesite hasta comprender cómo se utiliza" , pero no! Lo que esas señoras no tienen de firmeza abdominal, lo tienen en sociabilidad y de carácter. ¡Obstinadas abasalladoras de aparatos!
Yo no quiero eso. Yo quiero llegar a ese lugar, ponerme mis mp3 y hacer todo con el menor grado de interacción humana posible. No tengo nada que ver con ese ambiente. No llego sonriendo a buscar a mis compañeras de bicicleta fija; no saludo a los profes; no me pongo en bolas en el vestuario; mis zapatillas no rechinan en ese piso; no me compro Gatorade!
Picture yourself: bicicletas fijas. Yo hacía más o menos 10 minutos habría empezado. Bien. Mis antenitas de vinil detectan que se aproxima a la zona uno de los profesores de turno. Me las rebusco para inventar 2376243 mantras que lo alejen de mí y que disipen esa incipiente interacción. Mano en el hombro. Tarde. "Señorita, cómo le va?" "Qué? Ehm...bien, bien", contesto sacándome desesperadamente los auriculares, "Bueno, yo soy el profe de la tarde" "Ah, bueno...". No sé cuál habrá sido mi cara, pero traducida en palabras seguramente hubiera dicho algo así como "Flaco, tocá de acá porque te quemo todo el ginacio, te quemo". ¡ENCIMA SON SOCIABLES! ¡ME APELAN!

Sí, yo sé que no es un problema lo que planteo. El problema soy yo, y el 90% de las cosas que dije son totalmente refutables. Pero qué le voy a hacer? Me embolan los gimnasios, el deporte, el olor a club, todo.
Entonces: deportes, para qué? (?)

Escribí medio resignada, medio furibunda, escuchando esto:

domingo, 4 de abril de 2010

Sobre los extraños lapsos en que la mente agarra un poco de aqui y un poco de allá para generar lo imposible

Queridos bloggeros (?), gente que nos ama (?) y pobladores de la red (??):
Siendo las 1:15 de la mañana me encuentro estupefacto ante como mi mente ordenó personajes, pensamientos y lugares en un pequeña siesta nocturna cuando mi bobe robome la computadora para jugar al majhong. Asi que antes de dormir paso a comentarles el asunto que me dejó anonadado.
Los ingredientes del sueño fueron: Casa de mi bobe, un sistema de sonido, Diego A Maradona.
Bien, que aparezca la casa no me extraña ya que es un lugar en el cuál se me puede encontrar casi toda la semana, es más "mi casa" que "mi casa" misma. Luego el sistema de sonido tampoco es tan arbitrario ya que laburo con ellos. Es más las cajas, racks y ambils era los de la empresa en la cuál laburo. Ahora..... QUE ONDA CON DIEGOTE? No soy de Boca, naci un año despues del mundial '86, cuando el Diego dirigió a Racing lo hizo pal culo, lo del antidoping en el '94... Soy de la generación que vió a Diego por Youtube.
Supongo que todavía no entienden mucho del sueño, asi que paso a explicar los hechos que recuerdo, a seguir:
Me veo en una especie de 1era/3era persona (depende los momentos) armando un sistema en el comedor diario de la casa de mi bobe, escondiendo los cables prolijamente como debe ser cuando se arma en un evento social. Me quiero cerciorar (creo que está mal escrita esta palabra y me da fiaca buscarla en el diccionario) que el sistema esta funcionando y prendo todo el equipamiento... Pero no suena! Cuando sigo la cascada de cablerio me percato que no conecté los speak-on de las cajas a los amplificadores de potencia (que en el sueño eran unas Crown IT). Enchufo y escucho soplido en la cajas... Eaaaaa! Funca. Y ahi como que me doy cuenta que no se para qué evento es el sistema, ni quién es el cliente ni nada de na. Creo que en el medio casi me despierto o entre en un período de sueño menos profundo, una especie de somnoliencia. Luego me viene el recuerdo que era para un social de Diego A Maradona. Y cuando me acuerdo aparece en escena al instante. Le muestro lo que armé con la sensación que es demasiado grande el sistema y que mi bobe no va a poder dormir y le pregunto a Diegote (gracias flop) qué onda el evento. En el medio voy a la pieza de mi bobe para decirle que no se atreva a aparecer para ayudarme en nada porque esta viejita y no esta para estos trotes.Cuando vuelvo Diegote me pregunta dónde está la pantalla y el proyector que pidió, a lo que respondo "Ya me fijo como lo solucionamos" y la escucho a mi bobe decir "Yo tengo uno". La acompaño a buscarlo con el presentimiento de que es uno de la decada del '80 con su miamismo y su deme dos. Despierto.

Okeyyyyyy.... Siento que fue el sueño más raro de mi vida y eso que soñé que fui soldado romano. Lo que no logro entender es como cuadran mi amor indescriptible por mi bobe, mi gusto por mi laburo y DIEGO ARMANDO MARADONA... Qué mierda hacias ahí la puta madre??? ME CAGASTE EL SUEÑO!!!!!!!!!!!!
Mejor gana el mundial este que si no te voy a buscar hasta Alaska.