miércoles, 29 de octubre de 2014

Hospital




Me dejaste con el olor en los ojos, picor en la nariz.

Tan fugaz, tan banal, tan incierto como el movimiento de tu muslo.

¿Por qué no otro momento?

¿Suficiente por hoy? ¿Para mañana también?

¿O sólo yo siento que siempre tiene que haber algo más?

¿Será que soy insaciable?  ¿Que soy incondicional a mi pasado?,

Reciente o lejano.

Y es que recuerdo

Esa bocanada inundando tus pupilas,

Tosen  tus rodillas,

Se estremecen mis uñas,

Se me para la axila.

No obstante viene el silencio,

Tu silencio.

Ese que dice:

¡Sí! ¡Estás solo en esto!

El silencio, tan grato en otras ocasiones...

Pero este deja un halo de duda, de impotencia

Viril.

Porque conlleva el no saber

Algo que siempre me molesta,

Como el veneno del mosquito en la arteria.

Pero esta vez voy aprender a superarte

Silencio,

Esta vez te abrazo 

Me quedo sonriente

Sin pensar que detrás de vos viene la muerte

Porque ya te van a romper silencio

O tal vez, espero,

Dejar de disfrutar tu ausencia.













(Y pueda empezar a extrañarte)

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