Me dejaste con el olor en los ojos, picor en la nariz.
Tan fugaz, tan banal, tan incierto como el movimiento de tu
muslo.
¿Por qué no otro momento?
¿Suficiente por hoy? ¿Para mañana también?
¿O sólo yo siento que
siempre tiene que haber algo más?
¿Será que soy insaciable? ¿Que soy incondicional a mi pasado?,
Reciente o lejano.
Y es que recuerdo
Esa bocanada inundando tus pupilas,
Tosen tus rodillas,
Se estremecen mis uñas,
Se me para la axila.
No obstante viene el
silencio,
Tu silencio.
Ese que dice:
¡Sí! ¡Estás solo en esto!
El silencio, tan grato en otras ocasiones...
Pero este deja un halo de duda, de impotencia
Viril.
Porque conlleva el no saber
Algo que siempre me molesta,
Como el veneno del mosquito en la arteria.
Pero esta vez voy aprender a superarte
Silencio,
Esta vez te abrazo
Me quedo sonriente
Sin pensar que detrás de vos viene la muerte
Porque ya te van a romper silencio
O tal vez, espero,
Dejar de disfrutar tu ausencia.
(Y pueda empezar a extrañarte)
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