miércoles, 22 de septiembre de 2010

La paranoia post pedo

Esto fue escrito en una medianoche de inspiración junto al gran Smoler, amigo y compañero de ruta de la Licenciatura de Exactas, espero os guste.

Ciertamente todo lector puede sentirse atraído a seguir leyendo por algún recuerdo al leer el título pensado por dos brillantes estudiantes universitarios de la linda ciudad de Buenos Aires.Pero sucede que el flato, pedo para los amigos, es, además de una manifestación de comodidad, un reflejo de la conciencia vanguardista, típica de un estudiante desacartonado.
Pongamonos en situación flatal (pedal para los amigos); clase, alumno brillante, somnoliente que cae rendido ante los brazos de Morfeo (pa los amigos: Me clavé un chegusán primavera antes de la teórica y me esta dando modorra la voz monotónica de esta profe). No se si es por la pastilla roja que me dio morfeo ("debe ser por la sustancia") o qué,pero siento que mis intestinos la estan re delirando con esto de los eumetazoos, "uuuuuuy que buena onda, me quede re dormido".
Y si, 10 minutos después el brillante, y ya no somnoliente, estudiante despierta feliz al no sentir sus ojos caer (aunque ya caerá, a no temer querido lector, que el título no es un engaña pichanga) y poder seguir escuchando si primero estuvo el pólipo o la medusa; gira para decirle algo a su compañero/a de escucha cuando....
Una emanación de gases sale por la zona posterior del eje oral - aboral de nuestro queridísimo y brillante estudiante, no solo eso, si no que dicha emanación produce una vibración con el nuevo medio a una frecuencia audible (pa los pibes, se me escapo un re pedo, loco).En tanto que ese estímulo olfativo-auditivo desencadena una rabiosa respuesta de excitación en nuestro estudiante, que queda inmediatamente poseso de una sensación de paranoia conspirativa contra su flagragante anatomía, quedando ahora inmerso en un mar de transpiración fria, imaginando una multitud de cabezas rotar para acusarlo de haber ultrajado las leyes de la ética social.
Nuestro estudiante comienza un lento y fino movimiento de cabeza 90 grados hacia un lado y luego 180 hacia el otro con el fín de detectar las cabezas acusadoras, mientras tanto su delicada nariz se encuentra en la misión de detectar la gravedad de su desliz. El sistema nervioso de nuestro (ya a esta altura) heroe procesa información a tal velocidad que podria ganarle una partida de ajedrez al mismísimo Kasparov. Para su sorpresa descubre que ni el estímulo ofaltivo ni el auditivo fueron lo suficiente relevantes como para generar una respuesta en la irritabilidad de los especímenes cercanos. Nuestro heroe sonrie por lo bajo y vuelve a cerciorarse de su casi victoria. Bajando la excitación y ya normalizando su ritmo respiratorio, es cuando empieza a regocijarse de su propia obra, sintiendose orgulloso de haber cometido el crimen y salido impune.
Y asi, vuelve a caer ante los brazos de Morfeo una vez más, ya que toda esta paranoia hizo estragos en su reservas de energia. (estamos próximos al fin, pidote como final una conclusión, oh, sabio S, y agradezco su colaboración a este blog)

Asi como los faraones emprendían un viaje post-mortem a la eternidad, nuestro estudiante se sube al carro de la algarabia, y relamiendose de exito, satisfacción y sala de ensayo, se entrega a ese maravilloso mundo de los sueños, en donde vuelve a ser ese galalrdo caballero que al pedo vencio para ganarse a la princesa.

3 comentarios:

  1. ¡¡¡¡¡Viveeeeeeeeeeeee viveeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!!!!!

    ¡¡¡¡MIRACOLO, MIRACOLO!!!!

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  2. "Flatal".

    Y el Nobel se lo dan a Vargas Llosa... Qué mundo forro...

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