El furgón y su encanto

Bien, quiero redactar esto de la siguiente manera, sin pensarlo, sin ser rebuscado, con lenguaje sencillo, barrial y coloquial, sin borrar. Asi, como sale de primera, porque creo que lo vivido lo amerita.

Viernes, hace frío. Salgo, bajo a la estación, me tomo el subte, bajo del subte, no me muevo del escalón de la escalera mecánica, subo una escalera más, digo "Hasta Bella Vista", pago con 50 pesos y 25 centavos, compro un pancho, llega el tren y tengo ganas de fumar un pucho. "Al furgón" me digo mientras me dirijo a dicha locación.
Doscientos metros después saco mi cajita de cigarrillos y pongo cara de culo al ver que me quedan dos. Un pelilargo en frente mio me mira fijo y pone una cara simpática, respondo diciendo "Estoy astilla de cigarros y de guita" "Qué pasa? Todavía no cobraste?" "No, hace dos meses que no laburo" "Bajón amigo" "Si, bajón mal". A la cuarta seca el señor de pelos largos y enrulados me dice "Me prestás el encendedor", se lo doy y abre una cerveza, me convida y acepto su gentil oferta. Me pide una seca, le doy el cigarrillo. Al notar simpatia por parte del amigo este y viendo que era generoso con el tubo le digo "Quedate con el cigarro que a mi me queda uno" "Graciá loco, pero vas a quedar seco" "Cosas que pasan, dame un trago pa pasar el mal trago" (sic). Tomamos la birra y el capo este empezó a convidar de la birra a un paralítico que estaba sentado (risas generales por favor) al lado mio, y dos vagos más, uno de estos posee en su jeta alta cicatriz de alguna batalla o accidente laboral.
De golpe se arma charla entre los que tomamos la birra. El tema central fue calidad y facilidad de conseguir cocaina. Yo no tomo, pero conozco algo del léxico y me metí de lleno en la chachará. Uno de los muchachos convidó cigarros. Cuando se acabó la birra comenzamos a planear la corrida para conseguir otra en la estación siguiente, el pelilargo, que estaba muy pila (el término correcto es manija) porque habia pegado dos ganchos con unos pibes del laburo alza su vos sobre el resto de nosotros y dice "Yo pego la corrida, la guita me la dan despues porque tal vez no llegue". El tren frena en Caseros y el pelilargo comienza su carrera a contra reloj... 10 segundos despues el tren arrancó. Me olvido de comentar esto, antes que baje, el paralítico y el otro pibe (el que no poseia la marca en la jeta) ya habian sacado unos billetes para hacer una vaquita. Dos estaciones despues apareció el pelilargo con un tubo. Llegó a alcanzar el tren pero siendo un horario pico y al subirse dos vagones adelante el retraso era obvio. Un señor le dijo "Ya nos estabamos preocupando por vos, loco". Risas en el furgón. Abro la birra con el encendedor y me sale de manera brillante con un plop bien marcado.
Las dos estaciones que me faltaban fueron llevadas con anecdotas sobre pegadas de tizas, bolsas y faso. Me reí mucho. Además comentamos encuentros con la covani. "Me bajo en esta" digo y apreto la mano de mis "amigos de furgón". "Suerte, loco, ojalá consigas laburo" me dice el pelilargo con una sonrisa y los ojos muy brillosos.


Comentarios:
A diferencia de lo que muchos creerian son menos mezquinos que más de un logi que conozco que vive en Recoleta. Se rien con vos aunque saben que no sos de su palo. Jamás mostraron violencia. No les importa no saber en demasía de ningún tópico. Se lo ve felices con sus pequeñas cosas, hasta siento que se hacen menos mala sangre por el futuro incierto que gente que esta mejor económicamente. Me saltié ciertos momentos de la charla, pero le temen tanto a los giles que roban como a la covani.
Por estas cosas es que me gusta vivir en provincia y se que, cuando me mude a la capital, voy a extrañar estos momentos gratos y el gustito a cerveza al bajar del tren.